lunes, 20 de mayo de 2013

De nuevo LA BELLEZA BRUTA


El Nuevo Día

18 de mayo de 2013
4:58 p.m.


Escritor boricua Luis Rafael Sánchez apadrina recital en Nueva York

Junto a la poeta Gioconda Belli
El escritor boricua Luis Rafael Sánchez. (Archivo)
Por Eva Font / AP
NUEVA YORK - La poeta y novelista de Nicaragua Gioconda Belli y el escritor de Puerto Rico Luis Rafael Sánchez apadrinaron con un recital de sus obras el último número de la revista Review, publicación considerada de referencia en la promoción de la literatura de América Latina en Estados Unidos.
La edición 86 de Review , bajo el título "Artistas y escritores emergentes e icónicos de América Latina", ofrece una compilación traducida al inglés de fragmentos de obras de escritores ya reconocidos, como es el caso de Belli y Sánchez, junto con obras de autores emergentes de América Latina.
Belli y Sánchez leyeron partes de sus obras en un acto de lanzamiento celebrado en la institución Americas Society de Nueva York, responsable de la publicación.
"Si no hubiera esta iniciativa con 'Review*' las voces que estamos escuchando ahora a través de la publicación no las hubierámos escuchado hasta de aquí a unos años", valoró Belli a The Associated Press. "Que se traduzca a voces emergentes de América Latina es muy importante y es algo que Americas Society ha hecho desde hace mucho tiempo".
Belli, cuya poesía y novela ha sido traducido ampliamente, y que cuenta con obras como "La mujer habitada" (1984), fue uno de los escritores que se encargó de apadrinar a artistas emergentes para la revista. En su caso, escogió a un joven poeta de su país, Carlos Fonseca.
"Fonseca sólo tenía 17 años cuando recibí un email de él pidiendo que le leyera sus poemas", recordó Belli quien en un principio rehusó hacerlo. "Me siguió escribiendo y al final me dio curiosidad por leer su poesía, porque la manera que tenía de escribir en sus correos electrónicos estaba muy bien estructurada. Así que leí toda la poesía que me envió y me maravillé".
"Creo que es una cosa de las más brillantes de esa generación", dijo Belli que en el recital leyó poemas como "Calma" y "Los guijarros del día", traducidos al inglés en la revista.
Sánchez, considerado uno de los dramaturgos más importantes de Puerto Rico y quien leyó el primer capítulo de su peculiar cuento de hadas en el que está actualmente trabajando, "Había una vez, una madrastra", explicó a The Associated Press que su autor elegido para la publicación fue su compatriota Francisco Font.
"Es un escritor puertorriqueño nuevo que a mí me parece espléndido. Su libro 'La belleza bruta' es un texto duro, tiene un realismo que se llama ahora realismo sucio pero con otras coordenadas", explicó.
Sánchez, cuyas obras han salido en varios números de la revista, destacó la repercusión de "Review", porque dijo contar con una importante circulación en el ámbito académicos y en las bibliotecas. "Es una revista de consulta contínua", apuntó.
Junto con las obras de Sánchez, Belli, Font y Fonseca, la publicación cuenta con la presencia de textos del colombiano Héctor Abad o el dominicano Marcio Veloz, junto con artículos y críticas literarias. En este número su editora invitada fue la escritora mexicana Carmen Boullosa junto con el también escritor de México Jorge Volpi.
El primer número de "Review" surgió a finales de los 70, cuando la ahora Americas Society existía bajo el nombre de Centro de Relaciones Interamericanas, organización fundada por un grupo de empresarios liderado por David Rockefeller.
La publicación se creó con el objetivo de difundir la literatura de América Latina en Estados Unidos y creó un programa de traducción, impulsor de la primera traducción al inglés de la obra maestra de Gabriel García Márquez "Cien años de soledad", traducida por Gregory Rabassa.
"La revista empezó como una compilación de críticas literarias. Entonces no se sabía mucho de los autores del 'Boom' como García Márquez, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes o Mario Vargas Llosa. Esas críticas tuvieron un importante papel en los años 70 a la hora de atraer la atención en este país de estos escritores", comentó Daniel Shapiro, editor de la publicación y director de literatura de Americas Society.

sábado, 19 de enero de 2013

DISPONIBLE YA LA NUEVA EDICIÓN DE LA BELLEZA BRUTA



Disponible ye en las librerías la nueva edición de La Belleza Bruta del escritor Francisco Font Acevedo


De este libro han dicho que:


"Situándose más allá del cuento y la novela, “La belleza bruta” configura un magno universo narrativo, poblado por personajes azarosos y sexualidades tan plurales como flexibles, que sacude al lector con el concurso de su prosa astuta, incendiaria, deslumbrante".
Luis Rafael Sánchez

"Pocas veces he sentido tan vivamente la emoción de la expectativa narrativa como en estas páginas, que constituyen un lúcido viaje al corazón mismo de estos tiempos violentos que nos ha tocado vivir y de los cuales la sociedad puertorriqueña es bien representativa. Qué placer como lector encontrar un autor que sabe transformar en belleza la brutalidad de tan terribles materiales".
José Manuel Fajardo

"Cada página de este libro deslumbra, tanto por su contenido como por su increíble dominio de la lógica de personajes atados a los mecanismos internos de una narración francamente brillante por lo inteligente y provocadora. Cierto es, Font Acevedo trabaja la estética de la violencia y el lenguaje hiperrealista como nadie lo había hecho aún en Puerto Rico".
Mayra Santos Febres

sábado, 13 de octubre de 2012

AVENTIS CATÁLOGO EDITORIAL / 2011-2012




El sur y su siniestra / Trasunto de Transilvania
(Dos en uno / Flip Book) 
ISBN- 978-0-9821019-8-8, pp. 107 / 38, $15.
de: Jan Martínez

"De los escritores puertorriqueños de las últimas décadas, Jan Martínez es uno que ha venido trabajando sin prisa y sin pausa una obra poética de gran vuelo. Ese esperado libro de aforismos es interesante por variadas razones: tiene la construcción que el género reclama, la sentencia, el apotegma, el dardo venenoso que impacta al pequeño burgués; desdibuja ideas, remenea altares; es iconoclasta, irreverente, cínico hasta el extremo, misántropo… es como si dijéramos la cara oculta de una realidad que siempre hemos negado, la que vamos disimulando en nuestros sueños y falsas verdades. El autor de Prosas perversas (2000) vuelve a las andadas contra ciertas maneras de ver la sociedad sin pararse en lo meramente local o nacional, sino en la universalidad que ha sido siempre el ámbito de la poesía y del lenguaje. Hay que leer ese libro dentro de la obra del autor, de la difusión que el aforismo tiene en nuestros días. Libros aforísticos de León David y José Mármol han aparecido recientemente, obras que parecen de los seguidores de Schopenhauer, Nietzsche y, por supuesto, del rumano Emile Cioran. La voz de Martínez es la del otro, un tal Ignacio Dorna, que pinta a su manera el mundo de deformadas meninas. No estamos seguros si el pintor sujeta el caballete en el que reposa el lienzo o abre la puerta trasera. Recomiendo al público lector esta nueva obra de Jan Martínez".
Miguel Ángel Fornerín


La Vida a Ratos 
ISBN- 978-0-9821019-2-6, pp. 64, $12.
de: Christian Ibarra

"Christian Ibarra es apuesta segura. Segurísima apuesta literaria. Leer sus cuentos es de inmediato  reconocer su inusual talento literario. En esta isla casi nadie cultiva el relato breve. Pocas personas lo hacen mejor que Ibarra. Yo también peco de excesiva retórica. Por lo tanto, reconozco la aportación necesaria que Christian Ibarra ofrece a las letras nativas. Aprendo de sus hermosos textos, que socavan hondo con sólo una oración. Soy breve, guardo silencio, escojo mis palabras: Christian Ibarra es escritor. Gózense este libro. Esperen con ilusión los venideros".
Mayra Santos-Febres

"Leer a Ibarra es como ir a la máquina de dulces y echar dinero. Siempre se gana; la máquina siempre nos expulsa el dulce, el chocolate, las almendras. Y si se nos atasca la recompensa por un ratito, por aquello de algún desliz mecánico, basta con hamaquearla un poquito, de lado a lado. Mecer la oración, columpiar la frase. Entonces el objeto esperado sale expulsado también, justo como lo queríamos, justo cuando lo queríamos".
Yolanda Arroyo Pizarro

"En este libro de cuentos hay mágia"
Marta Aponte Alsina


Minoría Absoluta 
ISBN- 978-0-9821019-6-4, pp. 51, $10.
de: Federico Irizarry Natal

"Si el aforismo fue una ocurrencia intermitente del viaje antipoético de Kitsch (2006), en Minoría absoluta, la nueva entrega de Federico Irizarry Natal, éste deviene pasaporte y hoja de ruta. Se trata, eso sí, de un aforismo violentado en su forma convencional por la fiera comparecencia de un hablante poético que asume la “escritura minimalista” como “relámpago disfuncional”. Su decir espinoso y elíptico se lanza contra las complacencias de la poesía poética (no es una redundancia) y la figura del Poeta (con mayúscula, esa que execraba Gombrowicz), contra la realidad como simulacro y la imposibilidad de aprehenderla si no es como chatarra fenomenológica. ¿Antipoesía? Sí: el lector hallará sin duda poesía trizada, rota, de tono acre para el cual el aforismo détourné sirve de filo y herida para recalar en una subjetividad desencontrada “yo (sin mí)”, eso: en minoría absoluta. No: el lector deslindará un contratexto que rebasa la restricción minimalista para integrar otros matices humanos, en registros más expansivos, no exentos de melancolía. En esa tensión, suerte de espiral dinámica, se escancia el (des)encanto de Minoría absoluta. Quien lo lea (y relea) sabrá aprovechárselo".
Francisco Font Acevedo


Breve guía de la narrativa hispánica de América a principios del siglo XXI 
ISBN- 978-0-9847026-0-2, pp. 73, $13.
de: Jorge Volpi

"¡Basta de guías turísticas sobre América Latina! Ha llegado el momento de escribir guías que no lleguen a ninguna parte. Con esta Breve guía, Volpi nos pide que hagamos las maletas –las valijas–, y que echemos por la borda la fe de la identidad si queremos acceder a ese naufragio saludable que siempre ha sido la literatura". 
Cezanne Cardona Morales


Asado a las Doce 
ISBN- 978-0-9821019-9-5, pp. 92, $12.
de: Carlos Vázquez Cruz

"Lo primero que llama la atención de la escritura narrativa de Carlos Vázquez Cruz, es su nitidez lingüística y su profundidad temática. Luego, su excelente manejo de las técnicas de la escritura interesada en contar historias de vidas intensas, complejas y apasionantes. Enseguida se va descubriendo su fino trabajo sobre recuerdos de la niñez y adolescencia en el Municipio de San Lorenzo, uno de los pueblos rurales más pequeños de Puerto Rico. Sin embargo, el autor —capitalino por adopción y convencimiento— no recurre a los clisés del costumbrismo insularista, sino que cautiva a los lectores con la presentación de personajes y escenarios muy encandilados. Elementos de la cultura popular, como frases y refranes, canciones e intervenciones humorísticas o cínicas de los narradores, junto a una visión queer, culta y citadina inconfundible, les dan vida a sujetos con almas incendiadas por el fuego de la claustrofobia comunitaria, la experimentación sexual terrible o hermosa y el drama de los estereotipos y los engaños. Todos están calientes en este libro, y se presume que los lectores también saldrán chamuscados de este excitante laberinto literario".
Manuel A. Clavell Carrasquillo


Mi Sal 
ISBN- 978-0-9821019-1-9, pp. 65, $12.
de: J.D. Capiello-Ortiz

"Un verdadero botiquín de primeros auxilios filológicos y falológicos. Mi abuela tenía un Misal y ahora yo vuelvo a tener otro, porque Capiello me ha devuelto la fe. Y lo que diga va a misa".
Fernando Iwasaki

"Derribando certezas, descubriendo sorpresas, confundiendo juicios, contradiciendo creencias y -de paso- divirtiéndonos con juegos de palabras y de sentidos... aforismos lúcidos e ingeniosos. Si lo breve es dos veces bueno, lo brevísimo será —por fuerza— buenísimo".
Carmen Dolores Hernández

"Quizás el mejor elogio que se le puede dar a una colección de aforismos va de la siguiente manera: 'Es verdaderamente bueno'. El ingenio, hoy día, se secreta involuntariamente; las verdades, no tanto. El libro de Capiello-Ortiz es verdaderamente bueno".
Alejandro Carpio


La Belleza Bruta 
ISBN- 978-0-9821019-7-1, pp. 278, $21.
de: Francisco Font Acevedo

"Situándose más allá del cuento y la novela, “La belleza bruta” configura un magno universo narrativo, poblado por personajes azarosos y sexualidades tan plurales como flexibles, que sacude al lector con el concurso de su prosa astuta, incendiaria, deslumbrante".
Luis Rafael Sánchez

"Pocas veces he sentido tan vivamente la emoción de la expectativa narrativa como en estas páginas, que constituyen un lúcido viaje al corazón mismo de estos tiempos violentos que nos ha tocado vivir y de los cuales la sociedad puertorriqueña es bien representativa. Qué placer como lector encontrar un autor que sabe transformar en belleza la brutalidad de tan terribles materiales".
José Manuel Fajardo

"Cada página de este libro deslumbra, tanto por su contenido como por su increíble dominio de la lógica de personajes atados a los mecanismos internos de una narración francamente brillante por lo inteligente y provocadora. Cierto es, Font Acevedo trabaja la estética de la violencia y el lenguaje hiperrealista como nadie lo había hecho aún en Puerto Rico".
Mayra Santos Febres

martes, 21 de febrero de 2012

Reseña de: MI SAL de J.D. Capiello-Ortiz

Comentario a MI SAL de Jorge David Capiello-Ortiz
Por: Alejandro Carpio y Carmen Dolores Hernández Badillo. El Nuevo Día, Domingo 19 de febrero de 2012.

Pulse sobre la foto para agrandar la imagen

Pulse sobre la foto para agrandar la imagen


martes, 24 de enero de 2012

RESEÑA: BREVE GUÍA DE LA NARRATIVA HISPÁNICA DE AMÉRICA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI de JOREG VOLPI




"Jorge Volpi dice mucho, en pocas palabras, sobra la actual novela latinoamericana".

"Si este es el extraño mundo nuevo en el que vivimos escritores y lectores, [...] nadie lo ha sabido explicar mejor que Volpi con estos 'tuits'".

Carmen Dolores Hernández

martes, 10 de enero de 2012

MINORÍA ABSOLUTA - Claridad 8-14/12/11



Su decir espinoso y elíptico se lanza contra las complacencias de la poesía poética (no es una redundancia) y la figura del Poeta (con mayúscula, esa que execraba Gombrowicz), contra la realidad como simulacro y la imposibilidad de aprehenderla si no es como chatarra fenomenológica.

Francisco Font Acevedo

sábado, 17 de diciembre de 2011

JORGE VOLPI - Breve guía de la narrativa hispánica de América a principios del siglo XXI



¡Basta de guías turísticas sobre América Latina! Ha llegado el momento de escribir guías que no lleguen a ninguna parte. Con esta Breve guía, Volpi nos pide que hagamos las maletas –las valijas–, y que echemos por la borda la fe de la identidad si queremos acceder a ese naufragio saludable que siempre ha sido la literatura.


Cezanne Cardona Morales

Escritor

(Autor de La velocidad de lo perdido)


miércoles, 30 de noviembre de 2011

“El asesinato considerado como una de las bellas artes”…

Tomado de:








… fue el título que Thomas de Quincey dio a un libro suyo, de 1827, que dio pábulo a otro, de Marcel Schwob, titulado Vidas imaginarias (1896), ambos abundantes en ese humor negro que los decimonónicos conocían como wit o esprit. Estas dos eminencias tardías del decadentismo europeo finisecular vinieron a desembocar en un texto poco ilustre hasta el otro día: —Historia universal de la infamia (1935, rev. 1954), en el cual Jorge Luis Borges (admirador declarado de de Quincey y de Schwob) asumió la difícil tarea de sumarse a la benemérita tradición biográfica de la “vida ilustre”.

En sus historias infames, Borges unió el humor tetánico de de Quincey (quien detallaba por qué el asesinato debiera considerarse una de las bellas artes) al sesgo siniestro y con frecuencia trivial de Schwob (quien escribió relatos imaginarios sobre infames que fueron famosos). Cuando Borges publicó su Historia…sabía que se insertaba en la vena podrida de una larga tradición a la que pertenecían Plutarco, Suetonio, Boccaccio, La Bruyère… e incluso Saint Simón. Borges dio a la tradición su propio twist: travistió la vida famosa en una vida infame en la cual el asesinato se convertiría en una variante esencial del arte del relato, y elaboró su catálogo de infames mezclando estos gestos estrafalarios: narrar lo nimio y narrar la vida (y el arte) de criminales, psicópatas, forajidos y excéntricos.

Toparme con un relevo de esta tradición en un escritordel patio no ha dejado de sorprenderme. Me refiero a Francisco Font Acevedo y a su extraordinario confabulario narrativo titulado La belleza bruta (2da edición 2010, Editorial Aventis, San Juan, PR). Pero aquí debo anotar su diferencia. Mientras los Plutarcos y los Borges se pasean por la historia universal y por el globo terráqueo entero, Pancho Font ha decidido aferrarse a nuestra pequeña isla —preferentemente a nuestra área metropolitana— para interpelar, y le cito, “el río de sangre tierna debajo de la ciudad”.

Font atosiga su libro con infames y sus infamias para revelar la pequeñez de cada cual, la suma de cuyas pequeñeces equivale al caudal de sangre nimia que discurre secreta y oscuramente por el subsuelo de nuestra frágil civilización patria. La belleza bruta, dividida en tres partes, no hace otra cosa que presentarnos una “historia local de la infamia”. Estamos ante nuestro “aquí” y ante nuestro “ahora”, recibiendo a grandes dosis el desasosiego y la perplejidad del que mira dentro de un callejón oscuro, desde debajo de una alcantarilla o, simplemente, de reojo en la oscuridad, para descubrir la insólita barbarie que nos acompaña como la antimateria a la materia.

Al igual que el famoso novelista naturalista Émile Zola colocó a Thérèse Raquin (protagonista de su novela homónima de 1867) sobre una mesa de disección, aspirando a construir su novela como redactara la autopsia de una infame, Pancho Font busca hurgar en la máquina humana para comprender la razón de sus impulsos, la tendencia a esa barbarie física y moral que quizás depende (como en Zola) del momento, del ambiente y de la herencia. En su acto de desmembrar el cuerpo y de completar su informe forense, Font (al igual que Zola), anota sus comentarios a lo que va encontrando gracias al peso testimonial de un montón de entrañas. El gesto narrativo de Font y su inclinación a lo visceral estructuran estos relatos escritos con sangre y la punta de un escalpelo: Font escribe sobre cuerpos… literalmente encima de ellos y acerca de ellos.

Lo notable, lo que nos atrapa de La belleza bruta —una obra del país cuya calidad sólo es comparable con La novelabingo de Manuel Ramos Otero (1976) y con Mundo cruel (2010) de Luis Negrón— es la sabiduría textual y compositiva con la cual el autor acopia, analiza, maneja y ordena su material. Asumiendo de entrada la narración en primera persona, el relato asume un cruce entre autobiográfico-confesional y biográfico-testifical, con escasas excepciones. En teoría, tenemos la ocasión de conocer directamente las infamias de los personajes sin pasar por la matraquilla amonestadora o quisquillosa de un narrador omnisciente.

Con la primera persona, el texto queda invadido por el instrumentario técnico de este tipo de narración: la cortedad de visión, la perplejidad ante los hechos (que el lector experimenta de primera mano); el comentario analítico de cada personaje en cuanto a lo que ocurre; y el tono, en general, poco confiable de los diversos narradores. Font Acevedo nos da acceso preferencial a almasdañadas cuya anormalidad se vuelve dramática simplemente porque nos llega en directo. Algunos relatos extensos sí coquetean con la tercera persona, pero siempre nos da la impresión de que nos encontramos ante un narrador testigo, es decir, frente a otra primera persona que, simplemente, no es la que protagoniza la historia.

Ocurre con frecuencia que un relato está dividido en varias narraciones en primera persona que toman su turno para permitirnos asomarnos a sus introspecciones, y así, de vez en cuando, tenemos la oportunidad de catar la misma escena desde la perspectiva de más de un personaje. Vale decir, que con su uso magistral de la primera persona, Font fragmenta lo real… como si fuese la realidad lo que el anatomista escritor sometiera al pormenor de su autopsia mientras anotara en su cuaderno estos inquietantes relatos de la extraña entraña humana.

No escapa de la aguda conciencia de Pancho Font la pesantez simbólica de estos descuartizamientos narrativos —que corresponden a otros tantos descuartizamientos literales de sus personajes. El primer cuento y el último detallan el carácter desalmado de personajes que se dedican, precisamente, a realizar autopsias en vida a pobres infelices. La tradición literaria, la licencia poética y la barrera entre la realidad y la fantasía sirven de cordón higiénico que separa al autor de sus criaturas, al igual que los guantes de látex protegen a Antulio de toda contaminación proveniente de las prostitutas que recoge en la calle para dedicarse, junto a su encumbrada familia, al ejercicio de diseccionarlas, hasta que no queda rastro alguno de la persona.

De hecho, narración tras narración, vamos descubriendo distintas alegorías del escritor —anatomista, psiquiatra, artista plástico, entomólogo, antropólogo—, siempre dispuesto a tomar el lugar del personaje, sea dándole la voz de la primera persona o intercambiando su nombre con ésta o aquél. La permutabilidad vertiginosa del lugar del autor y del narrador roba de toda autoridad autorial tanto al emisor como a lo narrado, y termina todo pareciendo un fascinante carrusel de voces, autores, actos, relatos, mentiras, chismes, secretos y misterios.

El construir un libro-río —como quería Balzac construir su Comedia humana, Faulkner sus historias de Yoknapatawpha, o García Márquez los relatos de su hacinado Macondo— ayuda al autor a insistir en la precariedad de su voz autorial y en la frágil verisimilitud de sus relatos. En el caso de Font, se trata más bien de un libro-cloaca, donde la ciudad vierte su excremento y su basura como materia prima de su retrato en broza, digo, en prosa. En La belleza bruta, el título de un relato puede reaparecer, con otro sentido, en medio del magma narrativo del próximo relato, o viceversa. El personaje que ahora conocemos en su adultez, lo reconoceremos luego en un momento fugaz de su infancia. O conoceremos a su madre o a su padre. Una historia puede reaparecer nuevamente como su opuesto o como relato abortado, siempre recordándonos el carácter imaginario de las historias reales y, por supuesto, el carácter imaginario de las historias imaginarias.

La primera persona siempre está ahí para recordarnos la poca confiabilidad de los textos y cómo cada persona narrativa logra capturar un espacio para hablar gracias a haber acallado a otras voces con igual derecho a reclamar un espacio en la palestra pública. Además, Font tiene la gracia de no ostentar su destreza técnica ni su fuerte carga teórica: todo parece relato, todo nos atrapa, nunca sentimos que estamos ante un autor hábil que nos lleva a donde le da la gana, sin tener que convertirse en un narrador tradicional, ni echarnos en cara su pirotecnia narrativa.

Sobresalen, como relatos enfáticamente teóricos, “La mirada de Cristal”, en el cual una pintora que ha recogido a un hermoso prostituto en el Puente de la Avenida Gándara (en la vecindad de la Iupi), súbitamente pierde su capacidad de ver “lo real” y comienza sólo a ver sus formas fragmentarias: como en un estilo abstracto geométrico, ve tipos y no personas. Ella misma, como idólatra de la belleza masculina, se dedica a coleccionar hombres bellos y a reconocer cada cuerpo parte por parte. Acostumbrarse a buscar el labio perfecto, la oreja perfecta, la nalga izquierda perfecta, surte el efecto de destruir el cuerpo para reducirlo a un amasijo de sus partes indiferenciadas y despersonalizadas. El que ella decida apodar a su última víctima “Miguel Ángel” (me tienta ver en este nombre el detritus cómico de San Miguel Arcángel, soldado de Dios…) la coloca en la antípoda del artista del cuerpo bello y proporcionado: ella es la Buonarotti (la que es “buena” porque los deja “rotos”…. ¡Uepa! ¡Oquei, es un chiste…!).

En “Melancolía de un escritor obtuso”, el narrador —un escritor frustrado— trata de explicarnos por qué cada una de sus historias se ve abortada por una incapacidad de pormenorizar el relato: capaz de vistas generales, este escritor no puede rellenar la figura con detalles. Cada particularidad es elevada a un plano general, como succionada por una voluntad filosófica idealista. El propio escritor, al intercambiar constantemente su lugar y su nombre con los demás personajes de este relato, no puede ordenar su narración y padece un fracaso anónimo. Igualmente, “El proyecto Xerox” detalla la voluntad de un hombre quien, con la excusa de realizar un dossier sobre un escritor gay urbano, trata de seducir al escritor y termina intercambiando con éste una vida en la calle. A fin de cuentas, terminamos no sabiendo qué es y qué no es literatura.

La belleza bruta es precisamente eso: un libro que contiene otro libro al cual se le ven las costuras: la autopsia de uno nos debe llevar a las vísceras del otro, y mostrarnos el lado oscuro del acto de narrar. Y si vemos esas costuras, veremos, más acá y de cerca, cómo el Autor con mayúscula manipula todo este universo narrativo como una gran lección en el arte de no contar el cuento. Que, en nuestra isla que vive del cuento, eso no es poca cosa…

Imágenes:
1. Aixa Ardín Pauneto, "Callejón #6" (2011).
2. Lilliana Ramos Collado, "Francisco Font Acevedo" (2011).
3. Aixa Ardín Pauneto, "Callejón #3" (2011).
4. Lilliana Ramos Collado, "Callejón #2" (2011).
5. Aixa Ardín Pauneto, "Callejón #10" (2011).
6. Lilliana Ramos Collado, "Callejón #5" (2011).
7. Aixa Ardín Pauneto, "Callejón #8" (2011).
8. Lilliana Ramos Collado, "Callejón #9" (2011).